Ese cambio, así pues, obliga a que nada siga como hasta entonces, y más aún si, como suele ocurrir, el cambio se ha visto precedido y anunciado por un esfuerzo común, cuya principal manifestación visible es la artificiosa preparación de una casa común, una casa que no existía para uno ni para otro, sino que debe ser inaugurada por los dos, artificiosamente. En esa misma costumbre o práctica, muy extendida por lo que yo sé, está la prueba de que en realidad, al contraerse, los dos contrayentes están exigiéndose una mutua abolición o aniquilamiento, la abolición de aquel que cada uno era y del que cada uno se enamoró o quizá vio las ventajas, ya que no siempre hay un enamoramiento previo, a veces lo hay posterior y a veces no se da ni después ni antes. No puede darse. El aniquilamiento de cada uno, de aquel que se conoció y al que se trató y se quiso, lleva aparejada la desaparición de sus respectivas casas o en ella queda simbolizado. De tal manera que dos personas que tenían la costumbre de ser cada una por su cuenta y estar en un lugar cada una, y despertarse a solas y a menudo también acostarse a solas, se encuentran de pronto artificialmente unidas en su sueño y en su despertar, y en sus pasos por las calles semivacías en dirección única o subiendo juntos el ascensor, no ya uno de visita y el otro como anfitrión, no ya uno para ir a recoger al otro o éste bajando para ir al encuentro de aquél, que la espera en el coche o a bordo de un taxi, sino ambos sin elección, con unas habitaciones y un ascensor y un portal que no pertenecían a ninguno y ahora son de los dos, con una almohada común por que se verán obligados a pelear en sueños y desde la cual, al igual que el enfermo, acabarán también viendo el mundo.
CORAZÓN TAN BLANCO
jueves, 26 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Uno de Diego Vaya
La noche era un temblor una respiración de ciervo malherido
Esperaste en las aguas Siempre fueron las fuentes un canto subjuntivo para el alma la dicha de sentirnos reflejados en la profundidad limpia del cielo la luz que en una gota permanece como permanecemos unidos y desnudos en la noche en la furtiva floración de un sueño
Esperaste en las aguas La sed entonces tuvo rostro
Esperaste en las aguas Siempre fueron las fuentes un canto subjuntivo para el alma la dicha de sentirnos reflejados en la profundidad limpia del cielo la luz que en una gota permanece como permanecemos unidos y desnudos en la noche en la furtiva floración de un sueño
Esperaste en las aguas La sed entonces tuvo rostro
autopsias y cianuro
diego vaya,
letras con sangre
martes, 17 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
La vida puede ser dura pero, a veces, la gente del pueblo qué carnes tan apretaditas tiene y qué bien saben andar o hacer gestos o reìr disparatadamente cuando nada provoca la risa o estremecerse como de voluptuosidad, cuando lo ùnico que ocurre es que hace sol y que el aire està limpio.
Tiempo de silencio.
Tiempo de silencio.
autopsias y cianuro
epitafios estúpidos,
letras con sangre,
Luis Martin Santos
sábado, 14 de noviembre de 2009
Recordaremos siempre la noche sin esperanza. Cómo la esperanza,
la luna llena se la había tragado de esta tierra. Cómo el
viento arrastraba arena sobre los campos, rompía las espigas,
hacía círculos alrededor del aquelarre. Las brujas bebían
sangre. Todas las imágenes alimentaban el miedo como la
sangre por las acequias alimentaba a los seres y las últimas
hojas de los sauces flotaban llenas de rojo. Una virgen de
rojo era devorada por los lobos a ritmo de un jazz lentísimo
que jodía los tímpanos. Hordas de zombis sitiaban la aldea,
se disputaban la carne de los perros sedientos, se bebían la poca
gasolina de los coches. Los campesinos esperaban con antorchas
y azadones en las manos, temblando. Las mujeres y los niños
se habían refugiado bajo tierra. Desde el viejo, viejo molino,
el loco gritaba profecías.
la luna llena se la había tragado de esta tierra. Cómo el
viento arrastraba arena sobre los campos, rompía las espigas,
hacía círculos alrededor del aquelarre. Las brujas bebían
sangre. Todas las imágenes alimentaban el miedo como la
sangre por las acequias alimentaba a los seres y las últimas
hojas de los sauces flotaban llenas de rojo. Una virgen de
rojo era devorada por los lobos a ritmo de un jazz lentísimo
que jodía los tímpanos. Hordas de zombis sitiaban la aldea,
se disputaban la carne de los perros sedientos, se bebían la poca
gasolina de los coches. Los campesinos esperaban con antorchas
y azadones en las manos, temblando. Las mujeres y los niños
se habían refugiado bajo tierra. Desde el viejo, viejo molino,
el loco gritaba profecías.
autopsias y cianuro
elegías,
morir después de leer
jueves, 12 de noviembre de 2009
On connaît la chanson #2: La plus belle pour aller dancer
autopsias y cianuro
sinfonías malditas,
sylvie vartan
lunes, 9 de noviembre de 2009
jueves, 5 de noviembre de 2009
Ser grave no es ser triste; ser grave es saber por què cuando eres feliz.
J'entends plus la guitare, PHILIPPE GARREL
autopsias y cianuro
epitafios estúpidos,
philippe garrel,
super8 vampírico
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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