jueves, 27 de agosto de 2009

Las cartas de Björk.

"I'm trying to land this aeroplane of ours gracefully,
but it seem just destined to crash"

Björk no respondía a sus cartas. No tenía tiempo para responder sus cartas.

Ricardo, un uruguayo de 21 años le escribía muchas cartas a Björk. En septiembre de 1996 envió una última. Contenía una bomba de ácido sulfúrico para matarla, escondida en un libro y bajo la falsa identidad de un ejecutivo que le ofrecía un papel en una película. Ricardo no podía soportar que Björk saliera con un músico negro. Ricardo no podía soportar que Björk no respondiera a sus cartas.

Björk se exilió en España, donde compuso una canción inmensa que al principio iba a cantar sobre el sonido de alguien lavando platos y tres niños gritando. "Estoy rota en pedacitos", decía, y los platos, y los gritos. Pero un día se cruzó con Raimundo Amador en un estudio y el sentido cambió por completo. Ahora era un canto por soleá y con su voz de pájaro. Un duo imposible para una historia imposible. Una canción descompuesta y bellísima. ¿Canción-casualidad?

La policía se encontró con que Ricardo había filmado más de veinte videos del proceso de la última carta: la bomba, el revólver, el envío del paquete. En el último de ellos Ricardo se afeita la cabeza, se pinta la cara de rojo y verde, se mete el revólver en la boca, aprieta el gatillo y se rompe en pedacitos.



3 comentarios:

  1. que maja esta Bjork, con esa pinta de perro apaleao; que podría ser la vecina que te encuentras en el rellano, con el delantal y toda la casa oliendo a refrito; y aquella película tan triste de Lars von Trier, en la que hacía de vecina con delantal y daba tanta pena y aquellas canciones para llorar a escondidas

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  2. Hey, viste lo que acaba de decir este Ulises Lima? lo mato yo o lo matás vos?

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disparen a bocajarro