"El comportamiento normal de un hambriento es la violencia, pero no la violencia por primitivismo. La Estética de la Violencia, antes que primitiva es revolucionaria; es el momento en que el colonizador toma conciencia de la existencia de un colonizado.
A pesar de todo, esta violencia no esta impregnada de odio sino de amor; un amor brutal como la violencia misma, porque no es un amor de complacencia o de contemplación, sino un amor de acción, de transformación.
Ya se han superado los tiempos en que el nuevo cine necesitaba explicarse para poder existir; el nuevo cine necesita convertirse en un proceso en si mismo para darse a comprender mejor, por lo menos en la medida en que nuestra realidad puede ser comprendida a la luz de un pensamiento que el hambre no debilite o vuelva delirante."
De Estética de la violencia (Glauber Rocha, 1968).
Dejo de paso el primer corto del genio de Brasil: El patio.
dios, odio, me da asco el cine de autor. cada día más. escupo sobre tu tumba.
ResponderEliminarpetencostal, soy anomino, la primera parte de esta mierda que subiste me hizo acordar a franz fanon, beso
ResponderEliminarYo creo que iré a visitaros a ti y a la Sylvia en cuestión que hayas pillado solo para que me expliques tu fascinación por la violencia, por la estética de la violencia.
ResponderEliminarY ya de paso me explicas también el segundo párrafo, anda, porque me resultó infumable.
ah, querido anónimo, bienvenido. tu madre es calva, pero siempre tendrás un sitio para ti en este (mi humilde) blog.
ResponderEliminarmúerete, Apeman.
salvo por la del piano
ResponderEliminarse nota que me conoces
he estado a punto, pero al final no pondré a la japa
gracias,co
A MI ME IGNORAS HIJO DE UNA GRAN PUTA QUE NO ME MENCIONAS? YO QUE SOY? ANONIMO TIENE MAS DERECHOS QUE YO? LE VEO UN MAL FINAL A ESTA HISTORIA DE AMOR, SI, ENTRE TU Y YO.
ResponderEliminardaría prioridad hasta a jauregui, fíjate lo que te digo.
ResponderEliminarme llamaron?
ResponderEliminariba a decirte que estoy muy de acuerdo con ese segundo párrafo, que de hecho es la manera en que pienso la violencia desde hace mucho tiempo. Pero ahora no te digo un carajo.
y el corto es un vómito.
besos